HISTORIA DE LOS ORDENADORES

Hoy en día los ordenadores pueden usarse para cualquier cosa y más. Tienen características que nosotros como usuarios comunes ignoramos muchísimo.

Se dice que es un gran impedimento para el avance los recursos y medios financieros por lo que es evidente que si desde un primer momento hubiera salido adelante el proyecto de Babech, actualmente podríamos haber evolucionado a mayor rapidez de lo que hemos hecho.

No fue hasta la Primera Guerra Mundial que apareció el primer ordenador tal y como lo conocemos ahora. La memoria era muy escasa pero se había demostrado que los ordenadores se podían hacer; Pol Newman delineo el esquema de un ordenador tal y como debería ser, incluyendo las capacidades que debería ser capaz de realizar.

Se llegó a necesitar este invento cuando se dieron cuenta de que tenían que realizar actividades imposibles sin la ayuda de los mismos como por ejemplo contar la población de un país o los votos de unas elecciones etc... por ello se llegó a la conclusión de que era necesario el ordenador para muchas cosas muy utiles no sólo para la población sino también para el mismo Estado.

Gracias a la carrera aeroespacial se pudo avanzar un poco más en los ordenadores reduciendo el tamaño de los ordenadores gracias a los transistores, que eran más pequeños y más fiables. Más tarde evolucionó hasta obtener el ordenador que tenemos hoy en día, con todas las comodidades y de fácil manejo, realizado por “Serox”. Gracias a los avances de Serox evoluciona todo de manera más rápida y es ahí cuando aparece Bill Gates propietario de software que más tarde se convirtió gracias a esto en el hombre más rico del mundo.

Una vez asentado todo esto en el mercado llegó a nuestras vidas Internet, el factor más importante en un ordenador hoy en día; nos permite conectarnos con todos los lugares del mundo que tengan acceso al mismo. Destacamos en esta evolución el acceso de los de los teléfonos móviles a internet.

Concluyendo, la tecnología siempre estará en continuo movimiento en continuo abance por lo que siempre existirán cosas que nos sorprendan cada vez más.

jueves, 26 de febrero de 2009